Misterios Dolorosos

Misterios Dolorosos

Por la señal de la Santa Cruz…

Acto de contrición:

Jesús mi Señor y Redentor…

Después de la meditación de cada Misterio diremos:

  • Un Padrenuestro

  • 10 Avemarías

  • Un Gloria al Padre…

  • Y la Jaculatoria:

T: Ten Misericordia Señor de Venezuela, ayúdanos confiamos en ti, danos la libertad de nuestra soberanía. A través de nuestras Madre de la Divina Misericordia, concédenos la Paz, Amén.

1er Misterio: La Agonía del Señor en Getsemaní

Padre Eterno, en este misterio te pedimos por los venezolanos que viven sumergidos en el miedo, que por temor a ser juzgados se avergüenzan de tu Hijo Jesucristo y de tu Iglesia Católica.

Padre Misericordioso, fortalece a los venezolanos para que aceptemos los retos que se nos presentan diariamente, como lo hizo Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto de Getsemaní. Gracias, Señor Gracias.

2do Misterio: La Flagelación

Padre Eterno, en este misterio te pedimos por los venezolanos que tienen un corazón vacío, donde Jesús flagelado desea habitar, pero por sus frivolidades no lo dejan entrar.

Padre Misericordioso, haz que los venezolanos a imitación de la Virgen María seamos dadivosos con nuestro prójimo logrando alcanzar las virtudes heroicas. Gracias, Señor Gracias.

3er Misterio: La Coronación de Espinas

Padre Eterno, en este misterio te pedimos por los venezolanos que son esclavos de lo material y que por esta razón no están dispuestos a tu servicio.

Te pedimos Padre Misericordioso, que liberes a los venezolanos de estas ataduras y nos des la gracia de obtener el triunfo ante las adversidades que se nos presentan. Gracias, Señor Gracias.

4to Misterio: Jesús Carga la Cruz

Padre Eterno, en este misterio te pedimos por los venezolanos que se encuentran limitados o enfermos.

Te pedimos Padre Misericordioso, que los venezolanos seamos sanados y liberados de sus dolencias, ofreciéndolas en desagravio al Corazón de tu Hijo Jesucristo por los pecados cometidos. Gracias, Señor Gracias.

5to Misterio: La Crucifixión

Padre Eterno, en este misterio te pedimos por los venezolanos que profanan las imágenes utilizándolas para la brujería y hechicería.

Te pedimos Padre Misericordioso, por los venezolanos confundidos que no entienden que la cruz es símbolo de bendición y no de maldición, haz que te reconozcamos como el único Salvador de nuestras vidas. Gracias, Señor Gracias.

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Por las intenciones y necesidades del Santo Padre Francisco recitamos:

  • Un Padrenuestro.

  • Un Avemaría y un Gloria.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA REPÚBLICA DE VENEZUELA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (02 de Julio de 1899)

Soberano Señor del Universo y Redentor del Mundo, Clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable de tu Caridad, te has quedado con nosotros en este Sacramento, hasta el fin de los siglos, aquí venimos a tus pies a proclamarte solemnemente y a la faz del Cielo y de la Tierra, nuestro único Rey y dominador Santísimo, a quien consagramos todos nuestros afectos y servicios, y en quien ponemos todas nuestras esperanzas, tú eres nuestro Dios y no tendremos otro alguno delante de ti; en tus manos ponemos nuestra suerte y con ella los destinos de Nuestra Patria, mucho te hemos ofendido, y como el hijo pródigo hemos disipado en los desórdenes, tu herencia: perdónanos que ya volvemos con Espíritu contrito a tu casa y a tus brazos, recíbenos Salvador nuestro, y concédenos que venga a nosotros tu Reino Eucarístico, levanta bien alto tu Trono en Nuestra República, a fin de que en ella, te veas glorificado por singular manera, y sea honra nuestra de distinción inapreciable, el llamarnos “La República del Santísimo Sacramento”, te entregamos cuanto somos, y cuanto tenemos, cubre nuestra ofrenda con tu mirada paternal, y hazla aceptable y valiosa en tu Divina Presencia. Otra vez te pedimos que nos recibas, que no nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de nuestra gratitud, sea repetido, cada vez con mayor fervor, de generación en generación, mientras Venezuela exista, para que jamás la apartes de tu Sagrado Corazón, que así sea para nuestra vida del tiempo y después. Por los siglos de los siglos. Amén.